miércoles, 10 de junio de 2015

La Economía de mercado y el poder adquisitivo: cambiando el paradigma de la eficiencia



                                                                                 Carlos Ml. Muñoz J.


A modo de preámbulo:

La Economía de la empresa es la que estudia (¿qué estudia?) el comportamiento económico del tema empresarial, estudia la manera en la que determinada o determinadas empresas llevan a cabo sus procesos cotidianos, con el fin de obtener imágenes estadísticas descriptivas de lo que sucede a lo interno, con la ayuda éstas imágenes se pueden visualizar a su vez las necesidades en las diferentes áreas administrativas, como las de: personal, procesos industriales, tecnología, materias primas, transporte, puntos de venta, oferta y demanda del bien o bienes producidos, entre otros.

El mercado es un gran tema (¿qué es), se refiere al territorio (definido por zona geográfica o por tipo de producto) en donde determinado producto va a ser ofrecido y vendido, ese mercado (libre), zona de competencia por donde va a ser tramitada la mercancía, es el que pone las reglas del juego para los empresarios, quienes se preparan, para poder mantenerse cotidianamente y seguir con su empresa o negocio. Mucho se debate sobre si la capacidad de inserción (ingresar con otro o un nuevo producto) dentro de determinados mercados sea posible siempre y cuando exista capacidad de 'la empresa' para cubrir la demanda o, si debe de invertirse en mejoras tecnológicas o, si se debe de mejorar la plataforma publicitaria, etc., en realidad existen diferentes especulaciones que muchos economistas y grandes empresarios a nivel mundial hacen con respecto al tema del mercado, en otros lugares, se discute acerca del dumping, en otros sobre las regulaciones de parte del Estado; otro gran debate con respecto a esto es lo que plantea la Escuela Austríaca, sobre el problema que ha conllevado la excesiva regulación del Estado produciendo las recientes crisis financieras, limitando así la poca capacidad emprendimiento debido a la falta de crédito seguro y al debilitamiento del valor de la moneda entre otros. En fin, existe un mar de opiniones, de criterios, de teorías, que dan forma a lo que se conoce como “mercado”, y cada una de esas ideas plantean sus respectivas críticas al cómo debería de ser un mercado ideal, pero para nuestra comprensión, utlizaremos la visión sencilla, de que el mercado es el lugar en donde se tranzan las mercancías y que el tipo de mercado es “libre”.


Como es evidente la Economía no es un tema de fé, no es un tema de suerte, ni es un tema de hacer el mejor esfuerzo, no, la Economía (de Mercado: de la empresa), es un tema que gira entorno a la exactitud de lo que se interpreta y analiza con respecto a determinado producto y tiene que ver con la realidad a la que éste se encuentre alineado, así, con la ayuda de la construcción de características empresariales se considera si se puede o no llevar a cabo determinada actividad económica. Los procesos de producción en mucho definen la actividad económica y su posible rentabilidad, a través del planeamiento productivo se vislumbra el tema referido a los costes operativos de determinada actividad económica que al final son los que definen si la actividad es o no rentable, de ésta manera los procesos más simples1 (en capital y operativamente) dispondrán la posibilidad de llevar a cabo actividades con menos costes, no implica que exista mucha rentabilidad, pero sí implica poder realizar una actividad con menos recursos, y obtener menores costes de producción, que es lo que se necesita.

De esta manera, una vez planteado nuestro panorama, iniciaremos el viaje a través de la Economía y de la eficiencia.



Algunos conceptos importantes: poder adquisitivo, concepto de trabajo, eficiencia (de la empresa) y la política fiscal


El poder adquisitivo

En términos matemáticos el poder adquisitivo es la cantidad de dinero con la que cada persona cuenta a una determinada tasa de tiempo o sea: cada semana, cada quincena, cada mes, etc., con ésta medida se puede estimar la cantidad con la que esa persona o grupos de personas cuentan para hacer compras en la economía; con esa cantidad de compras se determinará la demanda.

El poder adquisitivo se debe a básicamente dos factores, uno es la cantidad de ingreso que se tiene a cambio de determinado trabajo y otro es el ingreso que se posee a causa de herencias y otros ingresos, esa determinada cantidad de ingreso es la que determinará en aquel individuo su poder adquisitivo, con el que podrá intercambiar bienes, servicios, o compras a futuro (ahorro).

Empero, económicamente el poder adquisitivo no viene “de los árboles de donde nace el dinero”, ese capital (dinero disponible para gastar), proviene de la emisión central monetaria que efectúa cada país en su debida casa de cambio o banco central, la cual, define cuánto es el valor de cada moneda y cómo aumenta o disminuye ese valor en el tiempo. Así, de esa manera, todos los ciudadanos obtenemos nuestro poder adquisitivo (ingreso real), para efectuar nuestras respectivas compras de bienes y servicios.

El poder de una moneda no se encuentra en su fama ni en su nacionalidad, ni en la identidad de la nación por la moneda, el poder de la moneda se encuentra en la capacidad que posea esta para que sus usuarios puedan realizar sus respectivos cambios de tal manera que puedan adquirir lo suficiente a lo largo y ancho del territorio, y por supuesto en el tiempo, o sea, que si se poseen mil dólares al 1 de enero de 2014 con los que obtengo 1000 de utilidad, que al finalizar ese año (período) también pueda gozar de la misma utilidad. En el caso de que no fuera así, si yo, por ejemplo, soy un empresario, deberé de buscar la forma de multiplicar mis ingresos para así poderme ajustar a los costos de producción, o como persona asalariada, me veré en la obligación de limitar mis gastos y/o aumentar mis ingresos de otra manera.

En el caso de la economía utópica “céteris paribus” en la que todo no cambia, allí en ese mundo ideal, probablemente esas variaciones del precio del dinero (su poder adquisitivo) con respecto a las mercancías, se podrían controlar con aumentos o disminuciones de la oferta o de la demanda, pero en un mundo de competencia en donde la utilidad se ha resuelto aumentando la productividad, o sea aumentando los costes de producción, el valor de la moneda es vital. Si la moneda deja de poseer valor, aumentarán los costes, y para resolver eso se deberá aumentar la producción y así sucesivamente dentro una espiral descendente de valor de cambio.

Lo que explico, es como preámbulo al argumento que finalmente pondré en evidencia, de la necesidad de reducir los aumentos exponenciales de la producción con el fin de generar una estabilidad monetaria y así poder revalorizar la moneda. Por supuesto es necesaria una estrategia integral en la que, a raíz de las necesidades cotidianas de: dinero, trabajo, capital y tecnología, una cosmovisión mas lógica y certera de cómo utilizar los recursos, disminuirá proporcionalmente el impacto generado por la acelarada economía de la productividad y el crecimiento insostenido.

Diariamente escucho las palabras: “hay que trabajar para ganar plata” o de “hay que conseguirse un buen trabajo” o de “hay que trabajar en lo que se pueda”, si bien es cierto la intención implícita de las palabras es apoyar el esfuerzo personal, que es algo positivo, el significado matemático, en relación a lo que anteriormente expliqué, hace que carezcan de mucho sentido. Veamos.

“Hay que trabajar para ganar plata”, eso implicaría que si fuera una ley general de la economía y la supervivencia, el aumento en las horas de trabajo nos daría “per se”, la satisfacción personal suficiente para llevar a cabo una vida digna y con resultados sorprendentes en el campo personal-económico. A este argumento, con el que no solo muchos empleados trabajan, sino, también sus empleadores, lo destruye fácilmente el Siglo XXI cuando las crisis económicas, actrices centrales de las noticias diarias en todo el Mundo, demuestran que en un Mundo que trabaja en exceso, la felicidad no es su gran “producto”.

“Hay que conseguirse un buen trabajo”, si se utiliza un razonamiento similar al anterior, y se le suma que no necesariamente “ganar más” le hará no invertir más de su tiempo, y que “ganar más”, no implicará un esfuerzo que no agregará “costos” a su trabajo, ese buen trabajo, no por mucho (tampoco), dará la satisfacción y felicidad buscada.

“Hay que trabajar en lo que se pueda”, desgraciadamente, una frase que tiene un grado de razón hiperbólica, pues en el mundo de las mercancías y los salarios para adquirirlas, sin ingreso no se puede hacer prácticamente nada, pero si se utiliza aquella magnífica definición de la economía que adaptada a un mejor mundo, podría darnos muchas respuesta sabias: 'el costo de oportunidad', deberíamos de valorar cuánto es el costo de oportunidad de llevar a cabo tal trabajo a cambio de cuánta satisfacción, para compararla con un trabajo de menor rango que pueda darme una satisfacción similar; de esa manera en la gran lógica económica, yo debería de escoger aquel que me aumente mi satisfacción, y si ese fuera el que requiere de menos tiempo y esfuerzo, tal vez al que no se le llama “lo que se pueda”, a ese debería de elegirlo.

“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”, frase que la dijera Confucio, que explica cómo ese trabajo llevado a cabo con felicidad implicará ir por la senda del triunfo. Es evidente, como antes expliqué, que dentro de la sociedad mercantil, productiva-exponencial, en la que vivimos, eso es casi imposible de hacer, sin embargo, por algunas cosas que conozco, sé de algunos trabajos que encantarían a las personas, en cambio de lo que hoy hacen.


Concepto de trabajo

El trabajo, concepto clave de éste escrito, es el cambio de horas de tiempo en donde se agregan las: destrezas personales, conocimiento, excelencia, etc., con las que se lleva a cabo aquella tarea. En fin, ese cambio de tiempo - persona, cumple con la función de obtener, a cambio de éste, dinero. De tal manera que se espera que con el dinero obtenido, pensando en que el trabajo fué suficiente (una jornada de 48 horas semanales), éste dinero debe de proporcionar supervivencia y calidad de vida; en el mínimo grado de ingreso, debe de promover mínimamente la supervivencia. Bajo ese razonamiento, entonces, yo como individuo que conozco mi costo de oportunidad debo de valorar si aquel trabajo o cambio de tiempo personal por dinero cumple tales expectativas.

Aclaro que el razonamiento no solo va dirigido a los trabajadores (empleados) pues estos son los que perciben menos ingresos, el razonamiento, se dirige también a los y las empresarias o emprendedores y emprendedoras cuyo negocio no genera suficiente satisfacción y/o no es rentable; el tema central del valor del trabajo es el hecho de que mi tiempo invertido debe de producirme satisfacción, si no es así, no debería de llevar tal o cual acción. En las secciones siguientes se hablará de cómo alcanzar la satisfacción con nuestras empresas desde otra idea que no es la capitalista.


“La eficiencia de la empresa”: argumentos micro-económicos

La empresa en el modelo del libre mercado es “un sistema ordenado de actividades que tienen como fin llevar a cabo la producción de bienes o servicios, que tiene como fin producir dinero”. La empresa será eficiente, por lo tanto si dicho trabajo coordinado que requiere entre otras cosas de: horas de trabajo, conocimiento, capital, etc., produce los rendimientos mínimos para que la empresa siga adelante, y será más eficiente si la empresa produce más de lo que pudiera producir, en otras palabras tiene buenas ganancias. Esto es lo que los economistas llaman maximizar las ganancias minimizando los costes.

Radicalmente dentro de esa eficiencia es básica la capacidad de administración para que esta suceda, o sea, que la dirección empresarial sea capaz de escoger cómo y cuándo invertir, de qué manera y cuánto vender, de qué cantidad de personal será la planilla, etc., pero también en términos monetarios la eficiencia se dará si los ingresos (obtenidos en el tiempo) logran cubrir y superar los costes, o sea, paulatinamente, aumentar la eficiencia: ganar más. Esto último económicamente, se sale de las posibilidades de los empresarios cuando viven en el mundo que describí antes, o sea, el mundo monetario en el que la moneda, es dependiente de un determinado valor que lo otorga un ente central, digamos en el caso de Costa Rica el Banco Central.

Bueno, aquí es donde “la chancha tuerce el rabo”, como dicen, pues los empresarios, tomadores de precios y dependientes de las políticas monetarias del Banco Central y dependientes de las regulaciones o de determinados precios y dependientes del poder insertarse o no en nuevos mercados (pues las políticas económicas durante muchos años han mantenido monopolios heredados a familias de la élite), la posibilidad de una digna competencia, base del libre comercio, se hace imposible, entonces, se comienza a jugar con lo que a nadie económicamente le gusta: la tenebrosa “especulación”.

La especulación es la condición de la economía en donde hablándolo en español “los que invierten esperan a otros para ver cómo les va” y los que tienen negocios se hincan para que su producto no pierda valor y para que se mantenga la demanda, por que si no sucede así probablemente quiebre.

Entonces, aquí la capacidad del poder adquisitivo limitada unida a la especulación, determina una especie de marea roja en contra del crecimiento económico a la libre, se puede observar cómo se hace muy difícil poder, a partir de condiciones empresariales: buena administración, posicionamiento, buena oferta, etc., que los ingresos se mantengan o se puedan superar. El tira y encoje, la oferta y la demanda, finalmente, y no como enseñan en las escuelas de Economía, NO regula totalmente el mercado, sino que hay fuerzas monopólicas de élites, y de regulación de la banca central, que logran determinar fuertemente la capacidad de crecimiento económico.

Joseph Stiglitz critica al mercado con respecto a su ineficiencia en su libro “El Precio de la Desigualdad”, cuando pone en evidencia que las fuerzas del mercado no son totalmente capaces de equilibrar la economía, lo hace ver de esta manera:

“Se supone que la gran virtud del mercado es su eficiencia. Pero, evidentemente, el mercado no es eficiente. La ley más elemental de la teoría económica —una ley necesaria si una economía aspira a ser eficiente— es que la demanda iguale a la oferta. Pero tenemos un mundo en el que existen gigantescas necesidades no satisfechas (inversiones para sacar a los pobres de la miseria, para promover el desarrollo en los países menos desarrollados de África y de otros continentes de todo el mundo, o para adaptar la economía mundial con el fin de afrontar los desafíos del calentamiento global). Al mismo tiempo, tenemos ingentes cantidades de recursos infrautilizados (trabajadores y maquinaria que están parados o que no están produciendo todo su potencial). El desempleo —la incapacidad del mercado para crear puestos de trabajo para tantos ciudadanos— es el peor fallo del mercado, la principal fuente de ineficiencia y una importante causa de la desigualdad” (Stiglitz: 26)

De modo que, la cuestión de la libertad del mercado como fuerza equilibradora entre la oferta y la demanda, carece de legitimidad a las alturas del Siglo XXI, entre otras cosas, debido a que no es como lo explican los economistas del gobierno cuando dicen que hubo una inflación del 4% o del 5%, y que hubo una disminución en la oferta del tal o cual mercado, o que el diferencial cambiario varió debido las fuerzas del mercado, no, la inestabilidad económica consecuencia de que el dinero no pueda ser ampliamente redistribuido a toda la sociedad a través de ingresos e inversiones constantes.

En algunos países como Ecuador, las políticas económicas llevadas a cabo para restaurar la economía han consistido en provocar que las empresas puedan ser capaces de aumentar sus niveles de renta pero con la obligación de pagar salarios justos e impuestos justos, de tal forma que los ingresos de los empleados provoquen aumento en la demanda y así sucesivamente un encadenamiento de gasto que beneficia a los mercados y en el caso del Estado, este pueda ser capaz de subsidiar como lo hace hoy a la educación y a la salud (gratis) con lo que disminuye el costo de la vida, aumentando el ingreso real de las personas. En este caso la distribución es efectiva, provocando una estabilidad en el poder adquisitivo.


La política fiscal: subsidios al poder adquisitivo

A ciencia cierta casi se podría confirmar como una ley que si el Estado utilizara los recursos de manera súper-eficiente, aportando el crecimiento institucional de los servicios básicos: salud, educación, transporte, alimentación, energía; solo con esto se lograría que el poder adquisitivo de las personas aumentara y que las personas a través de cadenas de gasto en todas los demás mercados (gustos y preferencias), pudieran hacer crecer la economía (PIB) y de la mano de ella el nivel de vida.

Veamos por qué.

Si se subsidian las cuatro necesidades básicas cotidianas (salud, transporte, alimentación, energía) y que hacen crecer al ser humano (educación), las demás necesidades podrán ir añadiéndose a la cartera de consumo cotidiana (de usos de todas las personas) los servicios empresariales, industria de menor rango, comercio de menor rango, entre otros.

Para que exista un subsidio a tal escala, la única manera es que al Estado le paguen sus impuestos, o sea que se aumente la recaudación fiscal y que por supuesto este les distribuya excelentemente. Como se sabe, en Costa Rica la evasión fiscal es muy alta2, lo que “empobrece” al Estado, esto perjudica inmensamente las intenciones de poder tener ingresos necesarios para llevar un nivel de vida bueno o digno.

Países como Ecuador, ante situaciones similares, han optado por que la recaudación fiscal se lleve a cabo de manera indirecta-indirecta o sea que haya una motivación al consumidor de pedir sus facturas a servicios básicos (médico, odontólogo) que generalmente obvian las facturas, y con ello al ciudadano se le disminuye el impuesto de la renta, pero al profesional se le cobran más impuestos con lo que se logra recaudar más impuestos.

Otra medida del fisco que es ineficiente, y que se critica harto en las grandes discusiones económicas del Mundo, es que los impuestos deben de cobrarse de una manera diferenciada de manera que las clases más altas paguen más por sus lujos o por sus bienes “diferenciados”, ajustando los IVA haciendo que los bienes de lujo paguen más impuestos, y así ellas mismas se subsidien sus bienes. Si esto no es así, si el IVA, por ejemplo, no es diferenciado, lo que se hace es que el impuesto sea regresivo a las clases menos pudientes3, pues deben estas de aportar lo máximo de su capital que jamás es comparado con personas de ingresos de más de 2 millones de colones (por ejemplo), para cancelar el IVA, en una desproporción con sus compatriotas más adinerados. Lo que quiero decir es que alguien con un salario nominal de 250 000 colones debe de hacer todo lo posible por que el mismo le alcance para cubrir todas sus necesidades, comparado a alguien con 2 millones de ingreso, que le va a sobrar para llevar a cabo sus actividades de élite, que tiene un IVA igual que el del pobre y el pobre, ciudadano igual que el rico, no puede pagarse esos lujos. Además el pobre con menos poder adquisitivo, puede comprar menos, y así se disminuye la cadena económica.

Con respecto al impuesto sobre la renta, debería de ser escalonado (progresivo) o sea que a mayor capital mayor sea el pago de impuestos, cosa que no es así, pero además de esto el impuesto debe de ser redistributivo y generador de equidad social, o sea que el cobro suponga un trabajo eficiente, cosa que con las administraciones amañadas, generadas por el clientelismo político y la burocracia, es muy difícil.


¿Hacia dónde debe de dirigirse la empresa entonces?


Observado todo lo anterior, cabe hacerse la pregunta ¿hacia dónde se debe de ir?

Como vemos, la mano invisible, liderada por la maximización de los recursos y la minimización de los costos no pudo controlar las poderosas fuerzas del mercado, ni la cotidiana necesidad de distribución de los recursos entre todas las personas de una sociedad4. Estamos hoy en un mercado que carece de poder adquisitivo para que los empresarios logren multiplicar sus ingresos a través de ingeniosas estrategias, una vez visualizadas la grandes oportunidades de oferta. Estamos hoy en una sociedad cuyas necesidades básicas (a consecuencia de que las facilidades idóneas que debería de brindar el Estado no existen de manera eficiente), prácticamente significan el principal rubro del gasto cotidiano, o sea que la mayor parte de lo que una persona recibe como salario, de una manera casi automática, se dirige al acto de financiamiento de estas necesidades, matemáticamente y económicamente, si no hay dinero disponible no habrá consumo conspícuo5, o sea consumo en otras necesidades, de tal manera que disminuirá la demanda, disminuyendo la producción, provocando una economía recesiva, lo que pondrá en crisis a la economía. Y esto sucederá con más razón si las y los politiqueros no se ponen de acuerdo y no determinan mejorar en la inversión nacional o en mejorar en la recaudación fiscal. La Economía, es la gran ciencia de los encadenamientos productivos.

La eficiencia del libre mercado, para concretar, es el gran paradigma de la producción en abundancia utilizando el máximo esfuerzo con mínimo costo para obtener grandes ganancias. La eficiencia, no obstante, necesita de mercados y de dinero para poder existir, los economistas podrían hacer un modelo en el que las variables independientes de la “eficiencia” fueran el mercado (en cifras) y el dinero (poder adquisitivo). Bajo el razonamiento de éste escrito, la eficiencia no podría darse.


¿Cómo lograr la eficiencia bajo estas condiciones?

La verdadera eficiencia, se puede alcanzar a partir de lo que su definición indica: “el logro acertado de los objetivos al compás de las acciones, herramientas y recursos suficientes”, o sea que si se tuviera otro camino para llegar al mismo lugar, se debería por definición de elegirle.

El mercado darwiniano, donde se depredan como paradigma unos contra otros, ¿será el único en donde la economía empresarial puede sobrevivir? ¿Ese será la única manera en el que la satisfacción de nuestras necesidades a través de los emprendimientos particulares (empresas) pueden ser posibles? Considero que no es así, debido a que el fin en particular de una empresa es su sostenimiento para poder cubrir la necesidad del que consume y la necesidad de quién le administra y de sus trabajadores, es claro que una empresa no es dependiente por decirlo así de solamente la demanda, el valor de la moneda, y el consumo del mercado, si le relacionamos con su fin cual es el logro acertado de esa permanencia en el tiempo, esas, que son cuestiones coyunturales de la historia y de la sociedad, no deben de afectar. Algún día quiérase o no así como de las Monarquías surgieron las Naciones, esta economía deberá migrar a otras formas.

Pienso que en un esquema de administración de los recursos limitados, la cooperación empresarial será clave para que empresas que están dentro de una cadena y hasta empresas de la misma clase puedan llevar a cabo una evaluación del mercado y así determinar una demanda real y promover una oferta favorable para los intereses de todas. Pienso que el Estado deberá también de acompañar a éstas acciones mediante el establecimiento de costos operativos favorables para la disminución de los precios, que parta desde la base de una política de precios que sea promovida por una “cámara” o Red empresarial.


Solidaridad Económica: Eficiencia

La cooperación es capaz de funcionar también como esa acción que favorece a la maximización de los recursos para obtener los objetivos deseados, y también debe de verse como la lógica a seguir para detener esa auto-depredación por la que van encaminados los grandes, medianos y pequeños empresarios.

La eficiencia debe de existir en el término de que “las acciones deben de ser ordenadas y positivas”, de modo que como antes mencioné, la empresa cumpla sus expectativas dentro del mercado, expectativas como: buena producción, buena comercialización, permanencia en el mercado, buena asociatividad empresarial, entre otras, que por decirlo así lograrán esa conformidad de quién le administra y de quienes colaboran con su trabajo, este sería el cumplimiento de la norma a la que le llamamos eficiencia, un estado empresarial en el que la “salud” de una empresa es positiva.

Para comprender lo que significa la Solidaridad Económica es necesario conocer lo que está sucediendo en otras latitudes del Mundo, como en España y en algunas regiones del Sur de América. En dichas sociedades tomando en cuenta las ideas de la solidaridad propuestas desde hace tiempo (1815: Robert Owen), quién es conocido como el Padre de la Cooperación por su respuesta dirigida al parlamento inglés en 1815, que forma parte de su documento titulado “Informes sobre los pobres” (primer estudio y programa concreto de cooperativismo que se conoce), las ideas de la Economía Solidaria, se fundamentan en principios como: Equidad, Trabajo, Sostenibilidad Ambiental, Carácter No Lucrativo y Compromiso con el Entorno. La idea general es agrupar a las empresas en otros principios asociados más bien con la solidaridad en vez del individualismo capitalista, y así promover comercio justo (FairTrade), consumo responsable, red de comercios solidarios, normas éticas solidarias, entre otras. Este, para aclarar, es un gran sistema que se promueve como solución al Capitalismo.

La Solidaridad Económica, que se articularía aprovechándose de las facilidades del entorno y de las técnicas de administración actual, puede ser un modelo viable que podría pensarse antes o a la par de modelos solidarios. Tengo que aclarar que estos modelos solidarios comienzan a tener éxito en sociedades que tienen necesidades muy extremas y fuertes; la consciencia humana desgraciadamente no actúa preventivamente hasta que sucede una desgracia y el sistema capitalista ha promovido una estrategia de mercadeo constante y abundante que maneja a los y las ciudadanas en la vía de que el sistema es eficiente y nunca desmejorará, de tal forma que es parecido a un sueño pensar en que las personas en el corto plazo, en un tiempo inmediato, cambiarán sus costumbres económicas y sus estrategias de supervivencia.

El método por el cual se promovería otra eficiencia, que es más inmediato, que se complementa hasta matemáticamente, es un modelo en el que las fuerzas económicas, las empresas, lleven a cabo sus actividades racionalizándolas desde una perspectiva común, o sea que exista un acompañamiento productivo interdependiente que sostenga la producción a lo largo del tiempo, generándose lo anterior más fácilmente desde una autonomía local, desde economías locales (o regionales), cual sí se puede introducir a nuestra economía actual pensándose como una Economía Comunitaria, donde los lazos comunitarios aumenten su capacidad de incidencia en términos: comerciales, de comunicación, de transporte, de obtención de materias primas, etc. No se podrá apartar lo anterior del hecho de que existimos en una sociedad globalizada, por lo que ni podemos frenar la importación ni mucho menos la exportación, o sea el comercio internacional, pero lo podremos realizar de manera inteligente y menos auto-depredadora, si constituimos redes empresariales que tracen una línea re-productiva de encadenamientos sostenidos en primera instancia por una cultura local.

La Solidaridad Económica se aprovecha entonces de las facilidades que ha creado la Economía Monetaria para administrar y producir beneficios productivos, y las pone al servicio de la Comunidad.

En la Solidaridad Económica, debemos tener acceso justo a: la Educación, la Salud, el Alimento, la Vivienda, a la Comunicación, a Espacios Públicos, a la Energía, al Transporte y a la Familia, cuestiones que reforzarán el sistema.

Algunos aspectos a tomar en cuenta dentro del cotidiano quehacer del conocimiento económico trabajando eficientemente son:

a) Adquisición de materias primas en redes comerciales locales y regionales,
b) Consumo local,
c) Etiquetado de comercio justo (FairTrade),
d) Emprendedurismo adecuado a necesidades empresariales locales y regionales,
e) Emprendedurismo adecuado a las necesidades de las Comunidades,
f) Asistencia de “Know How” (conocimiento empresarial) entre las mismas empresas,
g) Foros de Solidaridad Económica para retroalimentación de información estratégica,
h) Intercambio de personal calificado para algunas tareas por tiempos cortos,
i) Fondos solidarios para el pago de créditos a empresas en riesgo y desarrollo de nuevos emprendimientos o mejores a las actuales.
j) Alianzas estratégicas (internas y externas) para el Comercio Internacional.

En consecuencia de lo anterior, la Solidaridad Económica promovería más bien la ayuda de unos con otros, de unas con otras, pero desde un punto de vista monetario y no monetario, o sea que el último fin, igual que como en la Economía Solidaria, es el bienestar común, no el bienestar individual.

La eficiencia, finalmente se entendería más bien al revés, no es que mi esfuerzo empresarial individual, aislado y tremendamente costoso me llevará al éxito, no, más bien es que el esfuerzo empresarial asociado, estratégico, comunitario, bajo la premisa de lograr la felicidad y una buena vida, ese será el que me conduzca al éxito.



Del mercado competitivo a una eficiencia solidaria

Durante todo el escrito se habló del tema de ser eficientes económicamente, se partió de la cosmovisión capitalista actual, que no se sostiene a estas alturas de la historia, explicándose porqué el libre mercado no es eficiente, poniéndose en evidencia sus debilidades estructurales y se llegó a una cosmovisión solidaria, que será sin duda el paso contundente a un nuevo sistema de intercambio, el cual será completamente efectivo para los intereses comunes.

Pienso que todas y todos vivimos buscando la felicidad, pienso que trabajamos y hacemos nuestro mejor esfuerzo diariamente para encontrar este camino, si es así, evidentemente nos debe de interesar comprender que el estilo de vida actual nunca nos llevará allí.

Planteado todo lo anterior y esperando su buen juicio de lector o de lectora, le invito a emprender el nuevo viaje a un sistema económico (político y social) verdadero, justo y eficiente, un sistema económico que le podrá guiar a usted y los suyos a vivir como todos soñamos, a vivir felices y satisfechos.



1Claro que esos procesos simples pueden ser alcanzados a través de mejoras tecnológicas. La simpleza a la que me refiero es que el proceso productivo sea conducido a través de un método (articulado) para alcanzar con éxito la producción.
2“Pese a algunos esfuerzos que ha hecho la administración tributaria, aún el país está debiendo en herramientas eficientes y claras hacia los contribuyentes, por lo que sigue siendo muy difícil pagar los impuestos.
Costa Rica ocupa el lugar 125 en el ranking mundial sobre cuán fácil, o difícil, es la cancelación de los tributos, según Pricewaterhouse Coopers (PWC).” (Gonzales Sandoval, Gilda ( 14 de abril de 2013). En Costa Rica cuesta pagar impuestos. El Financiero. Tomado de http://www.elfinancierocr.com/economia-y-politica/Ranking_PWC-pago_de_impuestos_0_280172013.html el día 21 de agosto de 2014.
3Figueres Ferrer, Jose María. La Pobreza de las Naciones.
4Léase crisis financiera de EUA.

5Se refiere al término al que Thorstein Veblen hizo referencia en su obra ““La Teoría de la Clase Ociosa”, se resume en comprar lo innecesario para ser “feliz”.






miércoles, 3 de junio de 2015

Pequeñas Empresas (Instituir el Desarrollo Comunitario)

                                                                  Carlos Ml. Muñoz J.


Se les dice pequeñas por que su constitución no sobrepasa las 30 personas, a algunas las dirigen apenas un par de valientes, a algunas las mantienen 5 inmortales, en algunas batallan 20 guerreros y guerreras, sus ingresos son los suficientes para mantener una planilla máxima de esa cantidad de personas y la ganancia de sus dueños, además, su competencia en el libre mercado no es lo suficiente como para desplazar grandes marcas como Coca Cola o PIPASA, así, se mantienen lo suficientemente lejanas de ser competencia de estos grandes mounstros, así los mounstros reposan tranquilos.

Se les dice pequeñas por ser únicamente capaces de ser sobrevivientes frente a todo el mercado depredador, con la mejor estrategia y la mejor maximización de recursos y tiempo para obtener también lo máximo, se les dice pequeñas por que los Bancos estatales deben de “ajustar” sus millonarios fondos (el Banco Popular comunicó ganancias del año 2014 en 32 000 millones de colones) para que éstas empresas “puedan” acceder al financiamiento que les dan los bancos, que por ley es obligatorio1.

Empero más que pequeñas son valientes, más que pequeñas son el 98% de la totalidad del parque empresarial del país, son el 80% de las empresas exportadoras de bienes en el país, son la principal plataforma del trabajo del país: generan el 51% del empleo en el sector privado, ellas son el 70% del PIB2, pero son pequeñas por que al sistema económico no le sirve que sepan que son muchas y que podrían perfectamente avanzar decididas a la conquista del mercado. Existe una anécdota que sucedió en la antigüa Roma, en ésta, existía la posibilidad de que a todos los esclavos3 se les dotara de una misma vestimenta, pero los altos dirigentes explicaban -que no se podía-, pues era peligroso que ellos se dieran cuenta de que eran muchos y así luego querrían revelarse.

Esto sucede igual en el Mundo de las Pymes, se les ha dicho que son pequeñas, que son limitadas, que no poseen recursos, que la factura eléctrica del país las debilita, que la CCSS no les favorece, etc., todo eso, pero no se les aclara el enorme potencial que tienen trabajando con una estrategia unificadora (trabajando juntas) de forma que sus engranajes se empujen hacia el camino de obtener más participación en el Mercado, en un país como el nuestro, cuyo mercado es muy pequeño y en distancias geográficas muy cortas; las empresas grandes copan ese Mercado y no les conviene la competencia, no les conviene que todas vistan el mismo uniforme.

Divide y vencerás, esa ha sido la estrategia más grande de todos los tiempos para que quienes tienen el poder puedan conservarlo, hazles sentir pequeños si son grandes y grandes si son pequeños (el engaño). Con tácticas tan simples como efectivas, el engranaje económico Poderoso del país empuja su estrategia sobre su presa, su misión es hacerles dependientes de sus “amables” servicios, de sus modestas ayudas y contratos en desventaja.

La Economía del Libre Mercado, es un sistema depredador e inhumano, es una verdadera batalla donde los grandes se comen a los pequeños, los grandes lo saben y lo confiesan, solo hace falta revisar sus libros sagrados, sus gurús sagrados, y verificar que en el fondo la quiebra de los pequeños verdaderamente no les importa, ni les importan las bocas vacías cuando tienen que “reajustar los gastos” de la empresa despidiendo personas leales que quedan tiradas en la calle.


Potencial de las Pymes

Las pequeñas empresas poseen un potencial enorme en cuanto a organización, debido a que sus costos de trabajo (dentro de un área geográfica localizada), o sea en la que se ha hecho mercado, son relativamente estables por el hecho de que su nivel de producción es adecuado para el mercado en el que se trabaja, o sea no se debe de incurrir en mayores gastos (de comercialización) de los que ya está incurriendo. Dicho en cristiano, si una industria de salsas está operando hasta el día de hoy, y esa industria tiene las siguientes características: 13 operarios y dos administradores (15 en planilla), un sistema de planta adecuado a la producción suficiente para cubrir gastos operativos (actuales) y para obtener ganancias y hasta para expandir el mercado, tiene ordenado sus costos fijos como lo son: electricidad, internet, agua, teléfono, seguros de los trabajadores y sus costes variables (que dependen del nivel de producción) y tiene ordenada una cartera de clientes, en esta línea de operación le es sumamente sencillo ordenarse y controlar el trabajo a través de un método, cosa que las y los guerreros Pymes lo conocen bien pues están acostumbrados a los imprevistos y a las dificultades de financiamiento, de allí que la gran mayoría conozcan bien el terreno de juego. En este marco por el contrario, observándole desde la otra esquina, una empresa grande posee un grado de complicación superior para lograr esta estabilidad que sí posee la Pyme, pues ella (la grande) vela por más de 100 personas y por todas las demás variaciones que suceden diariamente en el darwiniano mercado de competencia donde las zancadillas y los codazos son cosas de todos los días. Lo anterior hace a una empresa grande más vulnerable ante variaciones e imprevistos, evidentemente la empresa grande (consolidada) tiene poder de mercado y controla a sus competidores pero eso como dicen es “harina de otro costal”, en el libre mercado (monopólico) de competencia, y a estas alturas de la historia, muchas cosas no suceden por que la mano invisible ayude a los empresarios.

Lo que explico es algo muy sencillo dentro de la teoría del control, simplemente entre mas fácil sea de controlar (evaluar-predecir) el control será más efectivo, y allí las Pymes tiene ventajas en la medida de que su organización hace valer dicho hecho y se consolida. Es evidente, y ésta es la propuesta, que las Pymes que compitan bajo las reglas del mercado darwiniano, las que se aislen, las que se alíen a empresas monopólicas, las que utilicen las estrategias de las grandes, estarán en desventaja, pues ellas no poseen algo preciado que las grandes si tienen para competir, me refiero al preciado dinero y a las facilidades de acceso a préstamos y a refinanciamientos. Dentro del sistema monetario la facilidad de acceso constante al dinero es lo que mide el potencial de avance de una organización, pues el mismo es la gasolina que mantiene arrancada la maquinaria empresarial (comercial y organizativa), si las Pymes entran a dicho juego probablemente caigan en males generados por la falta de dinero.

Las Pymes, por lo tanto, no poseen su potencial en la capacidad financiera, su capacidad es: organizativa, ese es su gran potencial, organizarse para cumplir su tarea dentro de un área geográfica o mercado y así sostenerse. Aclaro que de ninguna manera se promueve el conformismo, es lógico que si se tiene la posibilidad de crecer se debe de arriesgar, lo que expongo más bien es algo estratégico, es decir: “seamos buenos con lo que conocemos, luego seremos buenos con lo que no conocemos, pero mientras tanto, seamos los mejores con lo que tenemos”; la Economía es una ciencia permanente o sea no sea va a acabar, mientras existan seres humanos existirá siempre la necesidad de generar recursos y la necesidad de redistribuirlos, la prisa del mercado darwiniano y la falta de estrategia propia debe de entenderse como equivocada.

Thomas Piketty, premio nobel de economía 2014 lo aclaró, pero no con el tema de las Pymes si no con los profesionales, hizo una valoración del mercado darwiniano con respecto a las cantidades de plazas para profesionales existentes, dijo:

Cómo hacer rápidamente una fortuna, es el problema que se plantean en este momento cincuenta mil jóvenes que se encuentran en la misma situación que usted. Usted es uno de ellos. Calcule los esfuerzos que tiene que hacer y lo encarnizado del combate. Tienen que devorarse unos a otros como fieras, dado que no hay cincuenta mil buenos puestos” (Thomas Piketty - Premio Nobel de Economía 2014)

La aclaración es válida para las Pymes, calcule los esfuerzos que tiene que hacer y lo encarnizado del combate, se tendrán que devorar unas a otras pues no existen tantas “buenas suertes” para que todas lleguen a ser grandes empresas; matemáticamente es imposible considerar que yo con mi estrategia de competencia llegaré a la cima, hay otras miles que piensan lo mismo y luchan por lo mismo.


Desarrollo Comunitario: Solidaridad

Alejado del Mercado, en donde la competitividad de producción, de comercialización, de gestión de cobros, etc., son parte de todos los días, existe otro modelo u otra forma de hacer lectura de una Economía. Si entendemos que la Economía es “la redistribución de los recursos dentro de una sociedad”, con esa sencilla premisa, nuestro universo del entendimiento variará, pues entonces comprenderemos que lo que se requiere para hacer Economía es la redistribución estratégica de los mismos, es decir, que si existen tantas cantidades de tal producto, de forma efectiva ese producto debe de redistribuirse en nuestra sociedad y así garantizar su uso por la mayoría (en el caso de que sea de consumo masivo). Un claro ejemplo de lo anterior es el agua, la cual debido a su gestión en Costa Rica por las ASADAS, logra tener un alcance masivo-comunitario que favorece a la población. Si el agua entrara a la sociedad de mercado, como lo indicaría una premisa capitalista, el agua NO sería para todos, se restringiría su uso a las personas que pudieran pagar por ella.

En el caso del Mercado, la gran limitante de todas las interacciones comerciales es el dinero, o sea que prácticamente sin dinero no se puede hacer nada, pero esto tiene un nombre concreto, se le denomina Economía Monetaria, o sea la Economía que argumenta que el dinero es el medio de cambio (la fuerza, el poder, lo tiene el dinero), es su valor lo que determina nuestras capacidades de 'cambio'. Es decir que se trabajan tantas horas semanales a cambio de una paga con la que se compran nuestras mercancías que al final satisfacen nuestras necesidades, ¡hermosa idea! -como sencilla-, lo único es que ese nivel de cambio, al día de hoy no es el más beneficioso, si no que lo expliquen los 232 000 desempleados de Costa Rica, y todos los demás que sufren de las crisis de desempleo y económica a nivel internacional, y etc.; dedicarme a explicar con detalle el desequilibrio financiero me llevaría otro ensayo, y eso es pan de todos los días en las noticias internacionales, en efecto con un poco de búsqueda en la web se puede aclarar personalmente el tema. Necesidades infinitas y recursos escasos, paradigma con el cual se forjaron dos siglos de Capitalismo, así se les enseña a los estudiantes de las escuelas de Economía que es el Mundo, y así lo aprenden, ¡gran error!, hasta el más humilde agricultor entiende, con su impecable experiencia y capacidad, que sí existen los suficientes recursos en la Tierra para satisfacer nuestras necesidades, siempre y cuando nos organicemos y siempre y cuando los produzcamos, lo que definitivamente no existe es la cantidad inconmesurable de cosas con las que un hombre ambicioso pueda ser feliz. Esa manipulada interpretación de la Economía en favor del consumo conspícuo (consumo sin ninguna necesidad), es la que mueve todos los días la maquinaria monetaria, el mercado monetario, el “libre mercado”; de eso es lo que las Pymes deben de librarse, de creer en esa mentira.

Lo que explicaré a continuación, se parece bastante a las ideas de la Economía Solidaria, sin embargo tiene una premisa de forma y de fondo que va más del lado productivo, o sea se aprovecha de las facilidades que ha creado la Economía Monetaria para administrar y producir beneficios productivos y lo pone al servicio de la Comunidad. A esto que explicaré a continuación le llamaré: Solidaridad Económica, la cual sería en una primera instancia, un paso para trascender a un sistema económico (monetario y no monetario) que favorezca los intereses de las Comunidades, de individuos que pertenecemos al común, donde no hay grandes millonarios, y los podrían haber si ubicaran sus fortunas al servicio de la Comunidad.

En realidad es algo muy sencillo, o sea tal vez ya todos y todas lo sabemos, pero lo que cuesta es entender por qué se debe de aplicar, prosigo. En una sociedad comunitaria, entendiéndose comunidad como: a) la totalidad de las personas, individuos con un perfil económico adecuado-limitado, o sea que debe de esforzarse mucho para que su tasa de cambio de horas trabajo a cambio de recursos sea lo suficiente para ser feliz, y aún así esta cantidad de trabajo no es lo suficiente, y/o b) individuos que mantienen un nivel de vida medio pero no les es posible aumentarlo debido a que no posee más ingresos, en una sociedad comunitaria, se debe buscar efectivamente lo que favorezca al común, entonces la pregunta es ¿qué favorece al común?, la respuesta es muy simple, lo que brinde los recursos justos y necesarios para tener una vida adecuada y feliz, de forma que no se menoscabe el derecho de alguien a costas del bienestar de otro, la Solidaridad Económica, entonces, debe de producir tener acceso justo a: la Educación, la Salud, el Alimento, la Vivienda, a la Comunicación, a Espacios Públicos, a la Energía, al Transporte y a la Familia, si las acciones económicas no producen lo anterior, NO se deberían de realizar.

Ahora, básicamente para traducir lo dicho anteriormente a la realidad de las Pymes es que similar que en los Mercados Solidarios que existen alrededor del Mundo, se debe de conformar una Red Solidaria de Pymes en la que unas contribuyan con otras en aspectos como: a) Adquisición de materias primas, b) Consumo local, c) Etiquetado de comercio justo (FairTrade), d) Emprendedurismo adecuado a necesidades de Pymes locales y regionales, e) Emprendedurismo adecuado a las necesidades de las Comunidades, f) Asistencia de “Know How” (conocimiento empresarial) entre las mismas Pymes, g) Foros de Solidaridad Económica para retroalimentación de información estratégica, h) Intercambio de personal calificado para algunas tareas por tiempos cortos, i) Fondos solidarios para el pago de créditos a Pymes en riesgo y desarrollo de nuevos emprendimientos o mejoras a las Pymes actuales, j) Alianzas estratégicas (internas y externas) para el Comercio Internacional,    etc. Todo lo anterior en clara conspiración contra los intereses particulares de las grandes empresas que no se alíen con las propuestas solidarias ni locales, en fin ellas también se comportan de esa manera (sin ser solidarias con los demás) debido a que practican la ideología de un sistema darwiniano-depredador, en donde unas empresas contra otras se eliminan. En consecuencia de lo anterior, la Solidaridad Económica promovería más bien la ayuda de unos con otros, pero desde un punto de vista monetario y no monetario, o sea que el último fin, igual que como en la Economía Solidaria, es el bienestar común, no el bienestar individual.


Historia común: éxito en común

Para cerrar la exposición quiero referirme al hecho de que las Pymes deben de reconocer que existe una historia común entre unas con otras, de modo que es evidente que por decirlo así, son de la misma familia.

La des-asociación de unas con otras similar a un conflicto familiar, promueve que esa familia no crezca o se separe, cosa que en el Mundo conflictivo económico, pensando como empresas, llevará a la inminente bancarrota y al desempleo.

La historia común, sin embargo, debe de fortalecer los lazos fraternos, de comunicación y de confianza para poder reconocerse y unirse en un fin como lo es sobrevivir al Mercado y ayudarse entre las mismas a establecerse en un modo de vida más funcional y feliz, sin tanto trajín y aleteo monetario, sin tanta deuda, tanto crédito riesgoso en donde se pierden patrimonios que duraron muchos años en conformarse. La empresa, sea cual sea, nos debe de dirigir a una vida óptima, a una vida feliz, no ha una vida esclava.

La historia común, las dificultades comunes, los logros comunes, fortalecen (aunque no se vea) una sangre particular, la cual es la misma en todos y todas las guerreras Pymes, esa sangre, total y absolutamente pura y sagrada, si lograra unirse, formaría un exitoso sistema de vida económico y social, en donde la Comunidad crecerá y se desarrollará libre y equitativa. Será necesario vestirnos con la misma camisa para darnos cuenta de que somos demasiados.



1 Artículo 4, Ley 8634, Sistema para la Banca de Desarrollo y Artículo 34, Ley 4351, Ley Orgánica del Banco Popular y de Desarrollo Comunal.

2 Todos los datos según reportes varios del MEIC para el año 2013. MEIC, 2013. “Estado de Situación de las PYMEs en Costa Rica”, versión electrónica.


3 Muchos autores hablan de ellos como de “la base de la economía romana”: su sistema productivo  dependía en gran medida de ellos, hasta el punto que la esclavitud nunca fue abolida en Roma. En la mentalidad de la época era un hecho social y económicamente necesario aceptable.