Carlos Ml. Muñoz J.
Somos,
evidentemente, parte del engraneje económico global, adentro del que
quiérase o no, nos desenvolvemos diariamente, y este complejo
engranaje, es empujado fundamentalmente por las ideas que generan “la
libertad del comercio”, que han logrado constituir la sociedad en
la que hoy vivimos “la sociedad global de mercado”, en donde los
bienes y los servicios ocupan lo alto de la pirámide de las
prioridades, me refiero en síntesis a que pertenecemos al mundo
económico.
Partiendo,
entonces de ese hecho, podríamos asegurar que quiérase o no,
estamos conectados aunque sea de una manera indirecta con la forma
con que este mundo se desarrolla, y es bastante difícil vivir de
otra manera.
¿Qué
tiene que ver lo anterior con las organizaciones sociales?, bueno,
muy simple, esas organizaciones sociales, entendiéndose como grupos
o fuerzas vivas de las comunidades que
trabajan para un fin el cual es de contenido
social, de bien
social, de crecimiento social, también se encuentran dentro de ésta
realidad, de este mundo, para hablarlo claramente. No obstante,
durante muchos años, las mismas se han olvidado de esto y plantean
un trabajo laborioso pero poco estratégico que al final resulta en
mucho desgaste y poco éxito en la consecución del objetivo buscado,
de manera que su trabajo se frena o se disminuye, cosa que al final
lleva a no concretar o a concretar poco las iniciativas evidentemente
positivas que de esas organizaciones sociales se proponen; lo que
expuse anteriormente se resume en que existe un problema
de metodología para
alcanzar los objetivos.
Ahora
bien, ese mundo económico, cuya base es el capitalismo y el
constante mercado de competencia, sobrevive gracias a que se trabaja,
ó las empresas trabajan con estrategia, misma que les permite
localizar los focos o áreas de mejor incidencia, en donde las
empresas son, y aquí viene el término clave: eficientes,
eficientes en el sentido monetario de obtener utilidades o ganancias
a partir de sus ventas que nacen de una determinada producción o de
un determinado producto, eficiencia que se trabaja ordenadamente: con
un método. A modo
de explicación breve, nada se lleva a cabo sin haberlo planeado, sin
conocer con exactitud si va a tener o no éxito (que se mide en
términos monetarios), de ésta manera, con un grado alto de certeza,
los empresarios o inversionistas, se “aventuran” a conformar
empresas o llevar a cabo inversiones que al final les resulta en
buenas ganancias.
Estrategia
para organizaciones sociales:
Las
organizaciones sociales, cuales llevan años, decenios, luchando por
generar un impacto dentro de la sociedad, caminan a paso muy lento, y
compiten contra ese mercado gigante, estratégico y ordenado.
Antes
de avanzar, aclararé que ésta idea se sustenta en el poder del buen
método para lograr el objetivo, similar, a las ideas de los
mercadotecnistas, o de las mismas ideas de grandes estrategas
como Sun Tzu,
me avocaré a describir lo que a mi parecer puede ser una buena
metodología de acción en el tema social. Cosa que llevaré a cabo
con una pequeña guía de evaluación.
Entonces
se deben de responder las siguientes preguntas:
¿Quienes
conforman las organizaciones sociales?
Las
conforman personas independientes, que en base a una determinada
problemática asumen la responsabilidad de organizarse para llevar a
cabo acciones para combatir esa problemática, esa organización
empujada más por la iniciativa que por un fin económico, es
ordenada de manera práctica (poco burocrática).
¿Que
objetivo buscan las organizaciones sociales?
Pues
básicamente, las organizaciones lo que buscan, su fin, es lograr que
su objetivo social, dígase: ambiental, de género, cultural,
económico, político, etc., se obtenga, que sea incidente y que se
expanda por la sociedad.
¿Cómo
lograr ese objetivo?
En
las recientes coyunturas en las que el país se ha organizado de una
manera dispersa para enfrentar alguna problemática, el cúmulo de
organizaciones sociales, se aliaron, como es costumbre, para debatir
en foros, asambleas, etc., de tal manera que se hizo presión
sobre los temas en discusión, de la manera habitual, logrando
presión mediática y política, algunas de las cuales tuvieron casos
de éxito. Para mencionar el ejemplo del pasado Foro Nacional,
iniciativa que significaba la transición más novedosa, clave y
trascendental para la Democracia de Costa Rica en los últimos años,
este Foro, logró conformarse por una pluralidad de grupos y
organizaciones de gran parte del país que representaban de alguna
manera sectores y proveían de información actual a ese gran Foro,
de manera que se lograba un debate muy importante para la coyuntura
del mismo, cual fué la carretera a San Ramón y el contrato de APM
Terminals, entre otros, esto sucedió hace casi dos años.
El
Foro Nacional, por la misma falta de estrategia, por la falta de
madurez del mismo (Foro) y por algunos intereses políticos
mezclados, no pudo avanzar, entonces, se volvió a lo mismo, de que
en Costa Rica todo es un “alboroto al inicio” pero al final se
dispersa, se pierde el interés. El “bum” del Foro Nacional no
vivió más de un año.
Eso
que comento como preámbulo a la respuesta es lo que sucede con el
movimiento social de Costa Rica, este es un movimiento: disperso,
temporal y mayormente aislado que no sorprende con grandes avances,
por lo que al final se acaba.
Quiero
hacer ver que si estamos en sintonía con lograr el fin, se debe por
regla, tener muy claro el objetivo, de manera que no se disperse el
mismo en opiniones, otros objetivos secundarios, ni otros intereses
particulares, la clave para alcanzar un objetivo, sea cual sea,
es tenerlo muy
claro. Empero
debido a que el ámbito social, es inherentemente disperso, cosa que
sucede debido a su misma naturaleza en donde sus herramientas son los
diferentes pensamientos de
las personas, es bien difícil lograr definir el objetivo de manera
que éste hasta se pueda visualizar al largo plazo.
Por
ejemplo, si fuera un objetivo más concreto, como en el caso de
construir una casa, pués básicamente y con relativa sencillez, las
acciones serán dirigidas a construir esa casa, y lo lograríamos
pues es muy sencillo saber cuando se ha terminado la construcción, o
sea hasta que vemos la casa construida. Al contrario de este ejemplo,
en el ámbito social, nosotros no sabemos cuando se ha terminado de
construir la Sociedad, la Sociedad está en constante cambio, y solo
se mantiene estable a través de mecanismos mediáticos cuales
sugieren que debemos vivir de tal o cual forma, al día de hoy pues
ese mecanismo es la Sociedad de Mercado.
La
manera en que nos hemos sugerido crear esa construcción social,
desde las organizaciones sociales es la de empujar diferentes ideas
generales que rocen con las necesidades de vivir de acuerdo con un
estilo de vida correcto, que son en suma todas esas ideas de las
cuales son hijas las mismas organizaciones. Es necesario por lo tanto
construir el objetivo al cual nos lleva la idea, ese será nuestro
guía.
¿Cómo
medir ese objetivo?
Si
el objetivo entonces es una idea, esa idea roza el universo de lo
intangible, de lo invisible, por lo tanto la forma en que se lograría
medir es transformando esa idea en un objeto o dicho en términos de
mercadeo en un producto.
¿Cómo
avanzar con estrategia, como hacer tangible el producto?
Los
productos a nivel de mercadeo poseen la ventaja que se pueden
visualizar o sea que yo al rato, puedo decir: me gusta, no me gusta,
es muy caro, es barato, etc., a lo que hago referencia es a la
característica de poder “sentirlo”, y así el producto se puede
calificar: me hace falta, no me hace falta, lo necesito, etc. Las
grandes compañías poseen al lado de ellas como mano derecha lo que
se conoce como el Departamento de Mercadeo, allí se llevan a cabo
los estudios necesarios para hacer las evaluaciones de productos de
manera que se pueda medir con certeza la Demanda y así determinar su
Oferta (a nivel de la empresa), ésta capacidad facilita con
solvencia guiar a la empresa por un camino seguro para permanecer
dando la pelea en este mercado darwiniano de competencia donde los
más débiles son “comidos” por los más “fuertes”, de esa
manera obtienen grandes ganancias. No es por casualidad que en días
pasados la Coca Cola sacó su producto ofreciendo el nombre en la
etiqueta, en los envases se podían encontrar los nombre de Carlos,
María, Ana, Esteban, sin duda esa estrategia obedeció a un previo
estudio de mercado, y no es nada casual que casi todos los nombres
que aparecieron fueron los más comunes.
En
resumidas cuentas, de la misma manera en que las grandes compañías
hacen mercadeo, de esa manera las organizaciones sociales deben de
mercadear su producto, que como hemos visto es intangible,
ahora, la forma de hacerle tangible o palpable, es logrando crear una
sensibilidad emocional de manera que el público pueda “sentir”
si: me hace falta, no lo necesito, es muy importante, es clave, etc.,
eso se debe de pensar pero aplicándose por ejemplo al tema ambiental
o cultural, mediante una plataforma de Mercadeo que lleve a cabo ese
“estudio de mercado social”.
¿Cómo
obtener la información exacta?
Retroalimentación
estratégica.
Para
dar los primeros pasos en cuanto a los datos necesarios para llevar a
cabo esa clase de estimaciones y proyecciones sensibles de la idea,
las organizaciones deben de comenzar por hacer jornadas
de retroalimentación,
o estados de la cuestión en cuanto a su trabajo, allí podrán darse
cuenta cuánto han avanzado, dónde han fallado, qué se puede hacer,
cuál tema es mas sensible o preferido de la población, etc., de
manera que se configure un panorama con respecto al objetivo y de
allí partir al nuevo Reto, que será dónde se requiere avanzar.
Esa
clase de jornadas deben de crear hojas de ruta, que se fundamenten en
los descubrimientos llevados a cabo.
¿Avanzar
a corto o largo plazo?
Como
se está en el universo de las ciencias sociales, donde nada está
dicho ni descubierto, la visión de las organizaciones sociales debe
de ser a largo plazo, se debe de dejar el cortoplacismo-
eventual y
ampliar el tiempo a una mayor escala de manera que los proyectos
avancen paulatinamente pero de manera sostenida y segura,
evidentemente es necesario utilizar proyectos de corto plazo que en
suma lleven al de largo plazo, lo que quiero decir, en parte, es que
se debe de planear hacia el futuro.
Le
he llamado economía para organizaciones sociales debido a que he
aplicado la estrategia empresarial, para el estudio o la lectura de
la problemática de la estrategia para la incidencia social, así
evaluando la ciencia y el movimiento social bajo éstos términos, he
relacionado ambas cosas: la economía empresarial y las
organizaciones sociales, ambas diferidas por sus fines distintos
donde uno es monetario y
el otro es idealista,
se pueden co-relacionar fuertemente bajo el tema de metodología. Al
final resultan ser lo mismo, solamente que lo monetario por sus
condiciones actuales e históricas y hasta mediáticas, va avanzado
con mayor fuerza, sin embargo lo idealista pero futuro heredero de lo
que siempre se ha soñado, un Mundo Mejor, camina transformándose.
Creo
si duda alguna que avanzando con esta estrategia y sosteniéndose en
el tiempo, las organizaciones sociales caminarán a paso firme y
seguro rumbo a su sueño.
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