1 de Enero de 2013
El
gran dilema de hoy día con respecto a la política, por lo menos en lo que a mí
concierne, es esa poca calidad de
comunicación que existe entre el interlocutor y el público, no me refiero a una
locución con síntomas de exquisitez, si no a la capacidad que tiene el receptor para recibir la idea y en el otro
lado, la capacidad que tiene el comunicador para hacerla ver.
Las
ideas políticas, desde sus raíces teóricas, pero más desde su hermoso campo del
dialogo político, de los debates, pueden llegar a interpretarse con gran euforia de parte de los debatientes, en ésta ubicación geográfica y teórica, las ideas son ciertas, son debatidas y son
negadas, en éste lugar todo es posible y discutible, es el campo de los
practicantes de política.
Lejos
de éstos sectores, en los lugares en donde la semilla de la política no tuvo
una gran dispersión, las mismas ideas discutidas, no son ni
siquiera discutidas, en éstos lugares,
las ideas son otras dentro de otro contexto; por lo tanto el gran debate de
justicia política, sólo queda aletargado dentro de los pequeños instantes y
sectores donde activistas políticos llevan a cabo sus
debates.
Quiero
con ésto explicar el porqué del gran fracaso entre los que discurren de
política con sus escuchas, del porqué las ideas no han podido germinar con mayor
éxito, y del porqué va a la vanguardia el populismo y las dádivas cuando se
trata de generar audiencia.
¿Hasta
dónde los populismos y las dádivas van funcionar?, hasta dónde,
las viciadas instancias de favoritismos políticos nos ayudarán a poder consolidar un ser humano político que se desarrolle en la legalidad de una sociedad y en
un sistema social, sea cual sea. Me parece que estamos menospreciando a nuestro
enemigo, a la ignorancia, cuando los
pueblos siguen hoy día sin educarse efectivamente en las corrientes históricas y políticas
que han formado el complicado engranaje social; en donde vivimos, dentro de éste tejido teórico y práctico de años de historia el desarrollo de la sociedad
actual, mecanizada y autómata, existe un delicado hilo que sostiene la estabilidad
y la continuidad de nuestra paz social.
Creo
hoy, que las ideas políticas a menos de que sean efectivamente discutidas y
desarrolladas, a menos de que sean efectivamente llevadas al campo de la
pedagogía social, dentro de nuestra formación como hombres y mujeres, las homólogas ideas políticas, seguirán
navegando en un barreal de desinformación y de poca interpretación, que favorecerá
a la continua dispersión social ó desorden, por ende la pérdida de la
estabilidad y de la paz.
Hasta
este día la Democracia, ha sido una democracia de votantes y no de tomadores de
decisión. En relación a las nuevas elecciones que se aproximan en Costa Rica,
considero que por mas ideas nobles de un contrato social equilibrado, por mas
ideas sobre el desarrollo libre del comercio y de la política, por mas discursos
retóricos que expongan la necesidad de la reforma constitucional o de las
instituciones políticas, por más de esto, lo que necesitamos es abrir los
espacios para la discusión en donde todas las fuerzas sociales aborden su deber
de ciudadanos y opinen, expongan y renueven las decisiones, los lineamientos de
nuestra política, la de nuestro país.
Antes
de ésto, seguiremos estando invitados a exposiciones populistas que atraigan al
pueblo desinteresado de su deber.
Seguiremos
antes de ésto, escogiendo a personas que nos gobiernen, permitiendo que ellas escojan la
dirección unísona de un pueblo, seguiremos
jugando una ruleta rusa con nuestra destino.
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